El reemplazo de la cadera, como sucede en otras articulaciones, se hace como rescate de la función de movimiento y carga.
Existen diversas técnicas de reemplazo de la cadera y estas tienen que ver con el origen del problema, la calidad ósea, actividad del paciente, edad, enfermedades concomitantes, etc.
La prótesis de cadera consta de dos partes principales: El acetábulo o copa, que puede ser de metal e ir sujeto a presión en el hueso o mediante tornillos y un inserto o liner de polietileno, cerámica o metal. También hay copas solo de polietileno y se fijan mediante un cemento epóxico.
La otra parte es el vástago, que se introduce y fija en el canal del hueso, puede sujetarse a presión y biológicamente mediante poros, hidroxiapatita, tornillos etc. o mediante cemento.
Cuando la calidad del hueso lo permite, las prótesis totales no cementadas son la elección. Si el hueso tiene cierto grado de porosidad y así lo amerita el caso se podrá indicar una prótesis híbrida, no cementada en acetábulo y cementada en fémur, o bien una cementada en ambos componentes.
Caso 1 Magnificado
Caso 1 Coxartrósis
Caso 1 Resultado
Caso 2 Fractura de cadera
Caso 2 Resultado Hemiprótesis Alta Fricción
Caso 3 Destrucción severa
Caso 3 Resultado a 6 años de evolución
Caso 4 Artritis
Caso 4 Planeación
Caso 4 Control Trans-Operatorio
Caso 4 Resultado, Larga 8, Corta 1.
Fractura de Cadera
Prótesis Híbrida
Prótesis no Cimentada a 8 Años de evolución
Prótesis no Cimentada a 9 Años de evolución
Prótesis no Cimentada a 9 Años de evolución
Prótesis no Cimentada Tornillos a 11 Años de evolución
Prótesis no Cimentada Tornillos a 11 Años de evolución